La importancia de la MOTIVACIÓN
La importancia de la MOTIVACIÓN
Las empresas se dieron cuenta que el capital más importante con el que cuentan es el humano. Necesitan competir y que sus objetivos se cumplan.
La única forma de hacerlo es a través de empleados comprometidos, pero por sobre todo, motivados.
En muchas organizaciones, la motivación está
relacionada con lo económico; por lo que, los premios suelen ser pagos extras,
incrementos salariales o mayores prestaciones.
Pero
son cada vez más las empresas que buscan otro tipo de “recompensas” a la
eficiencia de su personal, con el objetivo de generar un mejor clima laboral,
desarrollar la cultura organizacional e incrementar el compromiso de su gente.
Por
eso recurren a técnicas motivacionales. Aquí, algunas de ellas:
·
Roles adecuados:
Cada persona tiene competencias y habilidades particulares para desempeñarse
profesionalmente. Si el rol asignado no se ajusta a la capacidad del empleado,
perderá la motivación. Puede ocurrir que el individuo no esté capacitado, lo
que causará estrés e inseguridad por su falta de preparación. O, por el
contrario, que esté sobre calificado para el cargo, y eso le genere
aburrimiento y monotonía. Procura evitar esos extremos y evalúa las capacidades
de cada empleado antes de asignarle un rol.
·
Involúcrate. Participación activa: Todas las personas quieren sentir que son tenidas en
cuenta. Haz reuniones periódicas con tu equipo; hazlos partícipes de las metas
y objetivos a alcanzar. Prepara un plan de motivación: la colaboración, el
esfuerzo, la superación y el bienestar (tanto individual como grupal) son metas
alcanzables y el “mantra” inspirador para todo equipo.
·
Reconocimiento:
Aprende a reconocer los logros y el trabajo bien hecho de tu gente. Mantén
conversaciones diariamente, abre un diálogo y siempre brinda feedback o
devoluciones. Unas palabras de reconocimiento significan mucho para que un
empleado sienta que su esfuerzo rinde frutos, para que sepa que es importante
dentro de la organización y que su contribución ayuda al bien común y al éxito
tanto profesional como organizacional.
·
Expectativas: Un
gran motivador es la planificación. Tanto la organización como sus empleados
tienen expectativas por cumplir en un período determinado. Incentivar con
planes a corto y largo plazo es estimulante; especialmente en aquellas empresas
en las que se está atravesando un período de cambio o una crisis, ya que
refuerza la necesidad de estabilidad y contención que las personas requieren.
Hazles saber que existe un futuro del que ellos son parte; incluso, que podrán avanzar
posiciones y, de esta manera, se esforzarán.
·
Flexibilidad: Una
mayor flexibilidad (en la carga horaria, por ejemplo), hace que haya mayor
productividad, favorece el bienestar laboral, disminuye el ausentismo y los
períodos de licencia. Debes ser creativo para fomentar un vínculo con tu equipo
y reconocer las necesidades de cada persona, para poder adaptar esa
flexibilidad dónde es más necesaria. Conocer las limitaciones y necesidades,
permitirá establecer nuevos horarios laborales, jornadas reducidas, días de
descanso, actividades recreativas y demás estrategias.
·
Entorno laboral apropiado: Para que tu gente se sienta cómoda y a gusto realizando su
labor, procura mantener en buenas condiciones las instalaciones de su lugar de
trabajo (iluminación, aire acondicionado, sanitarios, sistema informático,
cocina), como así también sus herramientas o material correspondiente (stock de
material de librería, etc). El ambiente de trabajo debe facilitar el desempeño
pero también, es un factor importante que permita la fluidez de la
comunicación, la participación y el diálogo.
Este
artículo fue recuperado de: http://lhh-argentina.com.ar/trabajo-en-equipo-la-importancia-de-la-motivacion/
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